Linda Randall Winsdom

Espíritus libres

Alex Cassidy pensaba que cumplir treinta años y seguir soltera era algo espantoso. Pero había algo peor: la resaca que tuvo como consecuencia de la fiesta de cumpleaños y encontrarse a los fantasmas de sus padres dándole los buenos días.
Alex creía que los fantasmas llevaban cadenas e inspiraban miedo. Pero sus fantasmas no: Hacían galletas y la sacaban de quicio.
También creía que los fantasmas aparecían y desaparecían. Pero los suyos tampoco hacían esto: estaban dispuestos a quedarse hasta que cumplieran su misión: ver a su hija casada con el hombre adecuado...




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