Jeanne Allan

El hombre de al lado

Adam Traherne había sorprendido a una ladrona entrando en la casa de sus vecinos. La ladrona no sólo era de lo más inepta, sino también bastante guapa. Lo que era una afirmación curiosa, porque a él normalmente le gustaban las chicas rubias y de piernas largas. No las de pelo castaño y bajitas.
Sunny Taite era muchas cosas, pero no una delincuente, Simplemente, no tenía la llave. Pero no podía negar que el molesto vecino de al lado era un especimen de lo más atractivo físicamente: alto, moreno y definitivamente guapo...




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