Susan Kearney

Prisioneros del deseo
Hay que tener cuidado con lo que se desea. A veces el deseo es más fuerte que la voluntad.
Un hombre...
Para un chico malo como Zane Masterson era una verda¬dera delicia estar a la altura de su reputación de mujeriego. Y esperaba que, haciéndose pasar por su hermano gemelo, podría también arreglar la reputación del bueno de Grey. Poco sospechaba lo poco que iba a tardar en encontrar el modo de hacerlo...
Una mujer...
La diseñadora Toni Maxwell era inteligente, sexy y siem¬pre conseguía lo que se proponía. En ese mismo momento lo que quería era provocar un escándalo con Grey Masterson. Y no iba a dudar en darle caza para conseguirlo...
Y una emoción sin precedentes...
Zane se moría de ganas de conocer a la mujer que estaba acosando a su hermano... pero jamás habría pensado que aca¬baría enamorándose de ella. Claro que Toni Maxwell no era la típica acosadora; de hecho había dejado muy claro que lo único que quería era utilizar la mala reputación de los Mas¬terson para provocar un escándalo sexual que ahuyentara a su agobiante novio. Así que lo único que podía hacer Zane era darle a aquella mujer lo que quería...




0 comentarios:

Publicar un comentario