Deuda de amor
Cuando Emelina estaba a punto de entrar por la fuerza en una casa deshabitada de la playa, surgió de la niebla la figura de un hombre: Julian Colter.
A Emelina no le resultó difícil creer lo que de él se decía en el pueblo: que era un importante jefe de la mafia que se estaba ocultando hasta que las cosas se calmasen por el este.
Emmy estaba desesperada, y Julian era el único que podía ayudarla... pero tenía que pagar un alto precio.
A Emelina no le resultó difícil creer lo que de él se decía en el pueblo: que era un importante jefe de la mafia que se estaba ocultando hasta que las cosas se calmasen por el este.
Emmy estaba desesperada, y Julian era el único que podía ayudarla... pero tenía que pagar un alto precio.
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No te olvides del amor
Jess Winter era un hombre excesivamente rígido y organizado, tanto, que había decidido casarse con Elly sólo porque creía que era la mujer más adecuada para él. Pero Elly decidió burlar el férreo control que Jess ejercía sobre sí mismo, sin pensar en las consecuencias que ello le acarrearía.
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La diosa de oro
Hannah Prescott se había permitido fantasear inocentemente acerca de Jarrett Blade, el guapísimo desconocido que había hecho una reservación en el mismo avión que ella durante sus vacaciones en Hawaii.
Pero cuando ese mismo hombre se abrió paso en la vida de Hannah forzando la entrada en su cuarto de hotel para recuperar una diosa de la fertilidad de oro que se encontraba en su equipaje, fantasía y realidad se acercaron lo suficiente para hacerla sentir incómoda. Ya fuera contrabandista o un legítimo comerciante de arte, ¡Jarrett la había insultado!
¿Qué derecho tenía él para exigir su amor? Él no era su tipo de hombre, con su fanático interés en el arte primitivo y sus anticuadas ideas acerca de las mujeres. ¿Pero podría estar Hannah equivocada, y Jarrett ser el hombre más adecuado...?
Pero cuando ese mismo hombre se abrió paso en la vida de Hannah forzando la entrada en su cuarto de hotel para recuperar una diosa de la fertilidad de oro que se encontraba en su equipaje, fantasía y realidad se acercaron lo suficiente para hacerla sentir incómoda. Ya fuera contrabandista o un legítimo comerciante de arte, ¡Jarrett la había insultado!
¿Qué derecho tenía él para exigir su amor? Él no era su tipo de hombre, con su fanático interés en el arte primitivo y sus anticuadas ideas acerca de las mujeres. ¿Pero podría estar Hannah equivocada, y Jarrett ser el hombre más adecuado...?
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