Rosemary Hammond

Lágrimas en la noche
Por muy deliciosos e irresistibles que fueran los beso de Tony, Stacey no tenía intención de dejarse arrastrar a una relación que no tenía futuro alguno. Ella no estaba interesado en mantener con Tony una aventuro pasajero y, al parecer, eso era lo único que él estaba dispuesto a ofrecerle, Stacey estaba convencido de que, en cuanto Tony consiguiera sus propósitos, se marcharía sin mirar atrás, y ella no pensaba entrar en ese juego. Pero, si lo hacía, sería para ganar...




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